Tras haber explicado la semana pasada las diferencias entre altas y bajas presiones en clase, esta semana abordaremos una de las consecuencias de ese "juego" entre altas y bajas presiones en nuestra atmósfera.
Imagino que más de una vez habrás visto el mapa del tiempo en la televisión, pero quizás los símbolos y números que aparecen en pantalla no los comprendes adecuadamente.
Los mapas meteorológicos nos ofrecen una representación bastante simplificada de la situación del tiempo actual o que se prevé en determinada zona geográfica. Lo más común es un análisis en superficie, puesto que es donde afecta el tiempo meteorológico. Los conceptos generales de la meteorología son sencillos de entender si tienes un poco de interés en ello y lees lo que está escrito a continuación.
Para entender el funcionamiento de muchas variables meteorológicas es de vital importancia conocer la presión atmosférica, pues esta determina el tiempo. En lugares donde la presión atmosférica es alta predomina el tiempo soleado y seco, sin influencia de vientos, ni nubosidad. Mientras que si la presión atmosférica es baja el aire será húmedo y será probable la irrupción de frentes nubosos, lluvias o vientos.
Para calcular la presión atmosférica se utiliza como unidad de medida el milibar (mb) o el hectopascal (hPa). Y tomándose como referencia la presión a nivel del mar, es decir, los 1013 mb se puede determinar cuando existe una alta presión (más de 1013 mb) o una baja presión (menos de 1013 mb).
Una curiosidad es que dependiendo de si estamos en el Hemisferio Norte o en el Hemisferio Sur de la Tierra el recorrido de los aires de un anticiclón (propio de las zonas con alta presión atmosférica) o una borrasca (propia de las regiones con baja presión atmosférica) varia su dirección de movimiento bien en sentido de las agujas del reloj o bien en sentido contrario.
Además, existen diferentes tipos de frentes de acción, que de algún modo influyen en el tiempo con los denominados como tiempo frío o tiempo cálido.
En este curso, solo abordaremos la denominación y el carácter simbólico de los diferentes frentes que se pueden dar en la interpretación de un mapa meteorológico.
